El que a Rusia viene con espada, a espada caerá

Continuación de «Celebrando la historia»

La frase que abre el post de hoy se atribuye a Aleksandr Yaroslávich Nevski, otros opinan que este Príncipe del siglo XIII jamás la pronunció.  Nevski luchó contra suecos, tártaros y teutones que osaron entrar no con fines pacíficos en su territorio.  Aleksander Nevski, Príncipe de Nóvgorod,  entre otras habilidades  militares, hizo célebre la estrategia de utilizar el frío clima ruso en su beneficio. Para equilibrar las fuerzas en su enfrentamiento contra los teutónes eligió como terreno de lucha el inestable suelo de un lago helado. Los católicos cruzados olvidaron que la subida de temperaturas primaveral había iniciado ya el deshielo. El  frágil hielo  no aguantó el peso de los invasores y sus violentos movimientos  lo que provocó la caída de los enemigos a las frías aguas. Esta batalla se conoce con el nombre de la Batalla de los hielos o batalla del lago Peipus.  En 1938, el famoso cineasta soviético  Serguei  Mijáilovich Eisénstein recreó estos hechos en la película Alejandro Névski. con banda sonora de Serguéi Sergueévich  Prokofiev y considerada una de las 100 mejores películas del mundo según la Academia de cine italiana. En la última escena el protagonista incluye la frase en su discurso. A Eisenstein,  al que se le atribuye la autoría de la frase, esto no le pareció suficiente y decidió de manera magistral,   superponer la frase escrita en el último plano.  Otros opinan que fue Stalin quien sugirió la frase y su inclusión en la película. No hay que olvidar que en 1938, la URSS y el resto de Europa vivían bajo la amenaza  del nazismo y Hitler había publicado años antes «Mi lucha» donde escribe su   verdadera declaración de intenciones para los territorios y ciudadanos de la URSS.

Sea como fuere,  el célebre aforismo  puede aplicarse varias veces a lo largo de la  historia del país. Uno de los momentos peligrosos para la supervivencia de la nación, fue 1812. La Grande Armée de Napoleón entró en Rusia cruzando el río Niemen  con 692.000 hombres  más  otros 225.000 de reserva en el mes de  junio. En diciembre del mismo año,  6 meses después,  Napoleón salió de Rusia cruzando el río Berezina.  Contaba nada más con 58.000 hombres.  Igualmente puede decirse que la Grande Armée entró a Rusia con espada y a espada cayó. La Guerra Patria, nombre que reciben los duros momentos que se vivieron durante la invasión francesa coincidieron con el 200º aniversario de otro de los momentos más difíciles e inestables para la supervivencia del país protagonizado también  por invasores provenientes del oeste.

Las celebraciones del triunfo de la guerra ruso polaca de 1612, tuvieron que trasladarse por las circunstancias a 1813. Factor necesario para vencer a Bonaparte fue la elevación del espíritu patriótico y la llamada a la unidad, a la lucha y a la resistencia de la población civil  contra el invasor. Pasada la guerra, los sentimientos patrióticos  justamente premiados con la victoria se mantuvieron en alza durante prácticamente todo el siglo XIX. Los profesionales de las artes impregnados de este espíritu, comenzaron a trabajar en obras que ensalzaran los grandes momentos históricos y recordaran a sus héroes protagonistas.

Vista de la Plaza Roja desde la Catedral de San Basilio. 2019

 

En la ciudad de Nizhni Nóvgorod… ¡Qué manía tienen los rusos de repetir y cambiar los nombres de ciudades a lo largo de la historia! Nos vuelven locos a todos los no rusos. ¡Debe ser una táctica instaurada por los antiguos para despistar a posibles enemigos!.

Bueno, volvemos a lo nuestro, en la ciudad de Nizhni Nóvgorod  fue donde el comerciante Kuzmá Mínich Zajáriev formó las primeras milicias populares en 1612. La Sociedad  Libre de Amantes de Literatura, Ciencia, y las Artes decidió recaudar fondos para erigir un monumento a los héroes que lucharon para salvar Moscú. El zar, Alejandro I, al enterarse de tan patriótica iniciativa y por edicto imperial amplió  a toda  la población del imperio a sumarse a la donación. El diseño del monumento fue aprobado por la Academia de Ciencias de San Petersburgo. La escultura de 9 metros de alto fue terminada por su autor, Iván Martos en 1813. El lugar de ubicación,  elegido directamente por el Zar, el centro de la Plaza Roja de Moscú, donde permaneció desde 1818 hasta 1913 que fue trasladada a su actual ubicación delante de la Catedral de San Basilio donde puede verse desde cualquier punto de la Plaza Roja.

La inscripción grabada en la piedra en ruso se traduce como  «Al ciudadano Minin  y al Príncipe Posharski,  de la agradecida Rusia».

La escultura fue construida en San Petersburgo sobre una base de granito de Finlandia, por aquel entonces territorio del Imperio Ruso. En uno de los relieves de la base está representado el autor haciendo entrega de sus dos hijos a la lucha por la Patria, uno de ellos murió en la guerra contra Napoleón. En el otro relieve se ve a los ciudadanos sacrificando sus propiedades en beneficio de la Madre-Patria.

Al ejército comandado por el príncipe Dimitri Mijáilovich Posharski se le acredita la expulsión de las fuerzas polaco-lituanas del Krémlim de Moscu.  en noviembre de 1612. El nuevo Zar, Miguel I  le concedió el título sin precedentes de Salvador de la Patria.  Minin se distinguió como un habilidoso comandante y fue nombrado noble y miembro de la Duma de Boyardos . Murió en 1616 y fue enterrado en la Catedral del Arcángel de Nizhni Nóvgorod.

En la escultura Minin entrega con la mano izquierda una espada a Posharski , simbolizando la adhesión al ejército de los voluntarios civiles. Su mano derecha señala hacia el Krémlin de manera protectora. Por otro lado, Posharski mira a la distancia al mismo tiempo que sostiene un escudo con la imagen de Jesús.

Este país cada vez que tiene problemas resucita a los héroes. Un capítulo de la historia que merece ser recordado y para ello discretamente escrito en la crónica del país que es la Plaza Roja. Nada sobra y nada falta.

Cada vez que veo esta hermosa escultura resuena en mis oídos la música de una ópera de Glinka,. Obra que iniciaría el movimiento musical conocido como nacionalismo ruso. Sobre ella escribiré en otro momento.

En 2005, en la primera celebración del día de la unidad popular,  una copia casi exacta del monumento de la Plaza Roja y realizado por Tseriteli fue erigida en Nizhni Nóvgorod. . La copia es solo 5 cm más pequeña  que su original de Moscú.

«Canción Patriótica» de la ópera Iván Susanin o Una vida por el Zar. M. Glinka

 

Publicado por birioska

blog sobre cultura rusa

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