En 1941, el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán gobernaba gran parte del territorio europeo. Entre anexiones, pactos y ocupaciones, el III Reich controlaba los gobiernos de Austria, Checoslovaquia, Hungría, Dinamarca, Holanda, Bélgica, Rumanía, Luxemburgo, Grecia, Bulgaria, Francia, Noruega, Finlandia, Yugoslavia, Parte de Polonia y Ucrania, más la Italia aliada. El Imperio Alemán disponía de todos sus recursos militares tanto humanos como técnicos. Amparándose en el principio de la supremacía racial contaba con la mano de obra esclavizada de sus poblaciones civiles. Se abastecía de los recursos energéticos, materias primas y productos agrícolas de todos ellos y de los de sus territorios coloniales de África y Asia. La alianza con Japón facilitaba el control de los lejanos territorios asiáticos. Ante la invasión sobre Francia y la declaración de Guerra en 1940 del Reino Unido y sus colonias europeas (Malta y Chipre). Suiza, Suecia, Portugal y España mantuvieron oficialmente la neutralidad, aunque con muchos matices.
En junio de 1941, El Imperio Alemán ataca a la Unión Soviética. La «Operación Barbarroja» no era simplemente una operación militar. Marcaba el inicio de un plan de ocupación secreto del Partido Nazi, el Generalplan Ost, GPO elaborado entre 1939 y 1940. Desde el 22 de junio de 1941, el Ejército alemán se adentra en los territorios soviéticos de Letonia, Lituania, Estonia, Bielorrusia, Ucrania, la costa báltica y el sur de Rusia. El GOP consideraba indispensable comenzar con la limpieza étnica desde el primer día en las zonas ocupadas asegurando así su nuevo «espacio vital». Unas tierras que serían colonizadas por agricultores alemanes (preferentemente soldados veteranos de guerra) que formarían un «muro de campesinos» con el fin de asegurar productos agrícolas para Alemania y evitar el «peligro eslavo».
La ejecución del plan implicaba una transformación completa del espacio en las regiones implicadas con unas directrices muy claras para conseguir el objetivo; desmantelar toda la industria, impulsar la agricultura como única actividad económica, y exterminar a toda la población eslava allí presente, salvo en los casos que fuera necesaria su explotación por los colonos alemanes. En una primera fase se iniciaban las pautas para lograr estas metas; el exterminio de judíos, generar hambrunas artificiales requisando toda la producción agrícola posible y enviándola a Alemania (como sucedió en Polonia, Ucrania, Bielorrusia, y Rusia), fomentar enfermedades y desnutrición entre los eslavos, lanzar programas de esterilización humana a gran escala entre la juventud eslava, deportar la mayor cantidad posible de civiles de Europa Oriental para trabajo forzado en Alemania, y reprimir violentamente manifestaciones culturales nativas de todo tipo.

Para poner en práctica este plan, que dividía el futuro territorio en 4 regiones, Adolf Hitler crea en julio de 1941 ( escasos días después de la invasión a la URSS) el Ministerio del Reich para los Territorios Ocupados del Este , al frente colocaba a un hombre de su confianza, Alfred Rosenberg.
¡Este tipo!, Nacido durante la Rusia zarista en la ciudad de Tallin. Su familia pertenecía a una etnia no eslava, los llamados «alemanes bálticos» y gozaba de una buena posición económica por lo que él accedió en 1910 a la Universidad Politécnica de Riga , donde estudió Arquitectura. En tiempos de la I Guerra Mundial se trasladó a Moscú para proseguir sus estudios en la Escuela Técnica de Ingeniería (Baumann). Durante los tiempos convulsos del año 1917, primero apoyó el movimiento monárquico junto a grupos nacionalistas bálticos. Una vez derogado el poder del Zar, siguió prestando su apoyo a los ideales nacionalistas enfrentados a los intereses bolcheviques.
En esos tiempos, los movimientos nacionalistas eran una realidad y Alemania comenzaba a soñar con expandir su «espacio vital». Meses antes de finalizar el conflicto, Rusia con un gobierno ya bolchevique, se retira de la I Guerra Mundial y firma el tratado de Brest Litovsk. Rusia cede grandes cantidades de su territorio; Estonia, Letonia, Polonia, Bielorrusia, Finlandia, Besarabia (la actual Moldavia), Ucrania, Armenia, Azerbayán, Georgia y parte del Cáucaso. Durante la guerra, Alemania había conquistado ya militarmente los territorios de Curlandia, Lituania y Polonia, pertenecientes al Imperio Ruso.
Meses después finaliza el conflicto europeo con el tratado de Versalles. Se inicia un complicado periodo de 28 años para los territorios del Imperio Austro-Húngaro, Alemania y el Imperio Otómano. Nuevas fronteras, nuevos países, algunos tutelados y otros independendientes que provocan durante el periodo de entre guerras movimientos forzosos de poblaciones étnicas lo que hace resurgir aún más los sentimientos nacionalistas, mezclados con fuertes tendencias políticas. Particiones territoriales artificiales, incapaces de sobrevivir, desde un punto de vista político o económico que se ven alteradas varias veces, algunas hasta en 4 ocasiones, por el efecto de diversos tratados. Condiciones económicas en concepto de indemnizaciones que condenaron a estos nuevos países en muchos casos a la ruina, por ejemplo, Alemania ha terminado de pagar la deuda de la I Guerra Mundial en 2010.
Gracias a todos estos cambios europeos el ruso, nacido en Estonia y de etnia alemana Rosenberg, se convierte en alemán de pura cepa y por supuesto un individuo ejemplar dentro de esa especie superior que los nazis llamaban «Raza aria» . Alemán, Ario, Anticomunista, Antisemita, Anticristiano, ¡Vamos! ¡un tipo tan ANTITODO que incluso como arquitecto fue «Antimodernista» y cerca estuvo de ordenar destruir todos los edificios modernistas de las ciudades bálticas.
Evidentemente defensor de la supremacía de la raza aria y decidido a utilizar cualquier recurso para aniquilar a los subhumanos y molestos eslavos, lo que le convierte en el hombre ideal para administrar los nuevos espacios que se han ocupado y los que según planes militares se van a ocupar.
Territorios que en los últimos 28 años habían tenido cambios de gobierno, independencias fallidas, movimientos étnicos y de fronteras, guerras civiles… y sobre todo fuertes sentimientos nacionalistas y antibolcheviques. Todo esto fue bien aprovechado por Rosenberg para alimentar odios interétnicos de los territorios que controlaba, haciéndoles creer que después de siglos de opresión eslava había llegado el momento de su venganza y participar en la aniquilación de eslavos y judios. Estimuló el malestar entre las etnias «degeneradas y sometidas a la URSS» . Sus integrantes pasaron a ser «cooperadores del Reich» y no entrarían en los planes de aniquilación dentro de la primera fase del GOT. Una política que comenzó ya con los eslavos polacos en 1940.
En 1942, momento en que más territorios de la URSS estuvieron bajo control alemán, el III Reichhabía conseguido la «adhesión a su lucha antisoviética»de diferentes grupos en Polonia, Lituania, Estonia, Letonia, Ucrania y el Caucaso.
Los territorios ocupados, bajo control administrativo, político y militar de lo que para los alemanes se llamaba el Reichskommissariat Ostland, funcionaban como un inmenso campo de concentración sin rejas y sin nombre definido como podían ser los de Auschwitz o Treblinka. Entre mediados de 1941 y finales de 1943 más de cinco millones de civiles soviéticos fueron deportados a Alemania desde las regiones ocupadas de los cuales 3.104.000 fueron hombres, 1.498.000 mujeres y 633.000 niños menores de 16 años.
A pesar de las duras condiciones de vida a las que los estaban sometidos, espíritu del pueblo no llegó a quebrarse y desde el primer día un goteo constante de civiles al no poder unirse al Ejército soviético, se incorporaban a la lucha de guerrillas contra el invasor.
Destacamentos partisanos que se hicieron especialmente fuertes en Bielorrusia, sur de Rusia y Ucrania. Formados en gran parte por militares que habían quedado aislados durante los primeros días en un intento de unirse a sus respectivos cuarteles a los que se unían todo tipo de civiles que habían sido expulsados de sus aldeas y privados de todo alimento (Cosechas y animales robados, campos quemados…) Ancianos, mujeres y niños, que incluso a costa de sus propias vidas, apoyaban una resistencia activa que abrió un importante frente en la retaguardia alemana y que poco a poco minaba su moral y su fuerza bélica. Saboteadores hábiles que provocaban cortes de suministros, fallos en las comunicaciones, bajas en sus filas no demasiado significativas pero si constantes… Enemigos invisibles muy difíciles de localizar en los tupidos bosques y que sobre todo consiguieron hacer fracasar el objetivo de quebrar la unidad y el espíritu de la población civil dentro de los territorios ocupados.
El 5 de mayo de 1942, exactamente el día de su 19º cumpleaños, a 30 km. de su aldea natal un muchacho se une a un destacamento partisano. Formado durante el otoño de 1941 por iniciativa de un maestro de escuela con algo de experiencia militar al que acompañaban jóvenes campesinos de la región de Smolensk. El Destacamento Partisano nº13, se convirtió en un auténtico «dolor de muelas» para el invasor todos y cada uno de los 1050 días que duró su actividad en la retaguardia alemana.
Misha, así se llamaba el joven, había abandonado la escuela a los 14 años para trabajar en los campos de su pequeña aldea de Yermoshinki. Con su primer dinero se había comprado una bicicleta y un acordeón. A pesar de no tener educación musical aprendió a tocar un gran repertorio de canciones populares. Con la interpretación de «Valenki», su favorita, iniciaba las alegres tardes con su numerosa familia de 7 hermanos y sus padres. A sus 19 años, como era habitual entre los partisanos, hizo su juramento ante sus futuros compañeros y se fue a vivir a los bosques de Smolensk. El acordeón fue su único equipaje.
Los destacamentos partisanos, tenían por costumbre escribir en un diario todas las actividades que realizaban. Incursiones y operaciones contra el enemigo, incorporaciones de nuevos miembros, bajas por fallecimiento de sus integrantes. Masacres contra la población civil de las que eran testigos. Junto a estos apuntes aparecían también otros que tenían más que ver con la vida cotidiana de los seres humanos. En muchos de estos cuadernos que se pueden ver hoy en museos hay apuntes de nacimientos, bodas, incluso alguna celebración significativa de días especiales como el Año Nuevo o el Aniversario de la Revolución. Fiestas que eran acompañadas con música popular de improvisados artistas y en las que es de suponer el joven acordeonista participara con sus canciones favoritas.
En un intento de destruir el movimiento partisano, las autoridades de la SS, armaron y estimularon con más fuerza la actividad de los grupos «nacionalistas antisoviéticos» que conocían y utilizaban las mismas tácticas guerrilleras. Colaboracionistas con los uniformes de la Calavera hasta el último día de la guerra, muchos de ellos fueron hechos prisioneros durante la Batalla de Berlín.
En octubre de 1943 en Possen, Himmler abrió su discurso refiriéndose a los partisanos rusos. Un asunto que le repugnaba especialmente, puesto que reconocía la necesidad de apoyarse en los grupos antisoviéticos fieles al nazismo formados por minorías étnicas eslavas, es decir, pertenecientes a la especie subhumana indigna, como el caso de Andrey Vlasov. Un discurso cargado de racismo y desprecio hacia la raza humana que fue repartido por escrito entre los asistentes y que se utilizó a modo de prueba en los procesos de Nuremberg.
» …de la inferioridad de la raza eslava y sobre cómo la minoría alemana podía prevalecer sobre ellos. Se deben matar también a las esposas e hijos de estos partisanos y comisarios. Sería un debilucho y un criminal para nuestros descendientes si permitiera que crecieran los hijos llenos de odio de los subhumanos que hemos liquidado en esta lucha de la humanidad contra la subhumanidad».
«Si las naciones viven en prosperidad o mueren de hambre me interesa solo en la medida en que los necesitemos como esclavos de nuestra cultura; de lo contrario, no me interesa. Si 10000 mujeres rusas caen por agotamiento mientras cavan una zanja antitanque solo me interesa en la medida en que la zanja antitanque para Alemania esté terminada».
El destacamento partisano n 13, al que se había unido el joven Mikhail Alekseyevich estaba comandado por Sergey Vladimirovich Grishin , desde 1941 había crecido en integrantes y avanzado sobre el suelo de la región deSmolensk. En 1942 el destacamento pasó a convertirse en Regimiento partisano 13, contaba con más de 700 integrantes. En mayo de 1943 entraba en las tierras de Bielorrusia. En abril de 1944 se convirtió en la unidad especial partisana «13». La unidad guerrillera dirigida por Grishin infligió grandes pérdidas al enemigo. En los cuadernos correspondientes a 1943, están computadas la destrucción de 40 guarniciones enemigas, con un total de bajas de 14 mil soldados y oficiales enemigos. Destruidos 333 trenes ferroviarios, 2 trenes blindados, más de 1000 vehículos, 9 tanques. Volados 97 puentes y 2 estaciones ferroviarias. Destruidos cientos de kilómetros de vía férrea y carreteras. En julio de 1944, la unidad partisana se unió con el 5º Ejército del 3º Frente Bielorruso .
Continua en … y diente por diente