Desde 1935 esta frase invariablemente se escucha cada vez que uno de los trenes del metro de Moscú va a ponerse en marcha. Hagan caso si quieren mantener su integridad física a salvo y no intenten apurar el tiempo porque realmente se cierran de manera inmediata y añado, un poco brusca. Debe ser así para mantener la puntualidad del 99,9% que caracteriza a este transporte. Allí la excusa tan utilizada por generaciones de madrileños; se ha estropeado el metro, no es válida ni para llegar tarde a casa, ni a clase, ni al trabajo. ¡Ah! Tampoco vale lo de he perdido el metro porque la frecuencia media de sus trenes es de 2,30 minutos. No es necesario correr por pasillos y escaleras, ni siquiera merece la pena sentarse para esperar al siguiente tren. En hora punta la frecuencia aumenta hasta un intervalo de 90 segundos entre la salida de un tren y la salida del siguiente.
Los casi 6000 vagones que circulan por sus vías transportan diariamente a 7 millones de viajeros pero han demostrado ser capaces de mucho más. El 6 de septiembre de 1997 registró una afluencia de 14 millones de viajeros. Se celebraba el 850º Aniversario de la ciudad de Moscú. Desde su nacimiento, la red de metro no ha parado de crecer hasta alcanzar las 238 estaciones, 14 líneas y 365 km. de vía con las que cuenta en la actualidad.
La estructura de las estaciones es prácticamente igual a lo largo de todas las estaciones subterráneas. Formada por 3 bóvedas paralelas, bajo la bóveda central se encuentra un vestíbulo llamado «sala central» que distribuye a los viajeros hacia distintas escaleras y pasillos y desde el que se accede a los 2 andenes que se encuentran bajo las bóvedas laterales. En algunas estaciones puede verse una tercera vía que da acceso a una red paralela que se utiliza para mantenimiento y depósito de los trenes.
Su nombre original «Metropolitano de Moscú» cambió en 1955 cuando el Soviet Supremo de la URSS decidió renombrarlo como «Metropolitano de Moscú llamado V.I.Lenin». Desde entonces el nombre ha sufrido más cambios con las pertinentes controversias populares. Estaciones que estaban protegidas por leyes de patrimonio mantuvieron en el indicativo de sus fachadas a Lenin mientras que las fachadas correspondientes a las estaciones que se construyeron entre 1990 y 2010 no lo llevan. Una iniciativa popular consiguió que el metro de Moscú volviera a renombrarse con el nombre de Lenin en 2016 y todas las estaciones inauguradas con posterioridad a dicha fecha lucen de nuevo el nombre de Vladímir Ilich en sus rótulos. A pesar de la polémica su nombre popular, como en casi todas las ciudades del mundo, es «Metró». Para preguntar como se llega a la estación más cercana a cualquier ruso sólo tenemos que cambiar el acento y no es necesario aprenderse de memoria un nombre tan larguísimo.
El diseño inicial de la red, en forma de rayos de sol, ha sido respetado siempre en las constantes ampliaciones. El punto central, coincidente con el centro de la ciudad, es ocupado por cuatro estaciones que se comunican entre sí a través de pasillos subterráneos a modo de transbordos y por las que pasan todas las líneas radiales.
Una línea en forma de anillo algo más alejada del centro vuelve a comunicar de nuevo todas las líneas. Conocida como línea circular o línea gris en ella se encuentran las 9 estaciones de ferrocarril de la ciudad y son el destino de llegada de los trenes que parten desde los 4 aeropuertos de la Región de Moscú. Vías férreas y aeropuertos que parten también desde la capital en forma de rayos solares para llegar a las fronteras y más allá de todo lo largo y ancho del país.
Se cuenta que la línea circular además de ser la más utilizada está basada en un mapa astrológico de la ciudad que se trazó en tiempos del zar Pedro I y que cada una de las 12 estaciones corresponden a uno de los signos del zodiaco; «Kurskaya» (Aries), «Kievskaya» (Libra) , «Paveletskaya» (Géminis), «Dobryninskaya» (Cáncer), «Oktyabrskaya» (Leo), «Krasnopresnenskaya» (Escorpio), «Belorusskaya»(Sagitario),«Park Kultury»(Virgo),«Novoslobodskaya»(Capricornio),«Taganskaya» (Tauro), «Prospekt Mira»(Acuario), «Komsomolskaya» ( Piscis).
Un segundo anillo más alejado del centro une de nuevo todas las líneas, aunque aparece en el plano de metro pertenece a la red de ferrocarriles de cercanías.
El precio del billete sencillo es de 57 rublos (62 céntimos de euro) pero existen billetes de ida y vuelta, para varios viajes, para varios días… y una tarjeta llamada Troika válida para utilizar en toda la red de transporte de la ciudad (metro, autobús, trolebús y tranvía). Todas se pueden recargar en las taquillas del metro, en las máquinas expendedoras o por vía telemática.
Con el billete en la mano podemos pasear por el metro desde las 5,30 de la mañana (momento en que inicia el viaje el primer tren de cada línea) o incluso antes porque las estaciones de cabecera permiten la entrada de viajeros desde las 5,20. El ir y venir de trenes se mantiene hasta la 1 de la noche. En toda la red, exactamente a la 1 se paran las escaleras mecánicas de acceso a los andenes y solo permanecen abiertas las de salida. El último tren sale de la cabecera de las líneas a la 1,03 minutos.
El ancho de vía del metro coincide con el ancho del ferrocarril, por lo que en caso de necesidad se pueden utilizar vagones de tren para circular por el metro y viceversa. Existe comunicación entre los dos sistemas en varios lugares de la red en previsión de ser utilizados en caso de necesidad.
La responsabilidad del metro recae sobre el «Gobernador» de la Región de Moscú, una figura más o menos equivalente a la de nuestros presidentes de Comunidad. Cualquier obra, plan de ampliación o incidencia grave debe comunicarse a los Ministerios de Transporte y Defensa del país. En el caso de una situación excepcional el metro por ser considerado de alta importancia estratégica pasaría casi de manera automática a ser controlado por el Ministerio de Defensa al igual que toda la red de ferrocarril del país tanto de mercancías como de viajeros.
En 2020, durante la situación de emergencia sanitaria, las autoridades valoraron la posibilidad de paralizar completamente el metro de Moscú. Los técnicos llegaron a la conclusión que era mejor mantener un mínimo de trenes circulando vacíos por él antes que realizar una parada completa. El tiempo necesario para reiniciar la actividad y recuperar el ritmo normal en caso de parada completa no iba a ser menor de 6 meses.
A lo largo de su historia el metro de Moscú solo ha dejado de funcionar un día, el 16 de octubre de 1941. Los trenes no circularon bajo tierra y los vestíbulos no abrieron sus puertas. La noche anterior, había llegado la orden de estar preparados para destruir la totalidad del metro en 3 horas en caso de que los nazis rompieran las últimas líneas defensivas de la ciudad. El enemigo estaba a 50 km. del centro de Moscú. Afortunadamente no fue necesario tomar una medida tan drástica y al día siguiente el metro abrió sus puertas de nuevo. Tiempos difíciles durante los cuales gran parte de la vida de la ciudad pasó a ser subterránea y el metro se convirtió en refugio antiaéreo. Se transformó en el «hogar» de miles de moscovitas, sus andenes se llenaron de camas de hospital (217 niños nacieron en los andenes del metro durante los bombardeos nazis), se abrieron guarderías para atender a los niños de las madres que se incorporaron a las brigadas contra incendios, o las que trabajaban en las fábricas y construían barricadas y trincheras antitanque. La Biblioteca Lenin montó una «sucursal subterránea» donde los moscovitas podían acudir para seguir con sus costumbres lectoras. Se hicieron representaciones teatrales y conciertos, se convirtió en sala de cine para entretenimiento de la población. En los pasillos, una red de tiendas abastecía a la ciudad y una céntrica estación se utilizó como sede-refugio del gobierno por la que circulaban los trenes sin hacer parada.
Con posterioridad a la Gran Guerra Patria a las estaciones se añadieron puertas herméticas y filtros de aire especiales para refugio civil ante un posible ataque NBQ (Nuclear, biológico y químico). El metro entró a formar parte como objetivo fundamental de lo que se conoce como «Plan para la defensa civil», se prepararon en previsión instalaciones sanitarias, depósitos de agua y alimentos, grupos autónomos de electricidad… Se grabó en la memoria colectiva que si algo ocurría el lugar más seguro y en el que más posibilidades existen de sobrevivir es el metro. ¡Ya sabemos todos lo que hay que hacer si estando en Moscú se produce una hecatombe!.
Es considerado también uno de los puntos más sensibles para recibir un ataque de cualquier tipo por ello, diariamente es patrullado por la policía para salvaguardar la integridad de las instalaciones y los pasajeros. Está dotado de los más modernos sistemas de vigilancia y seguridad. Cientos de cámaras visibles y no visibles controlan los accesos, escaleras, andenes y túneles. Además en la “sala central” de todas las estaciones existe un depósito antibombas blindado donde puede introducirse un paquete sospechoso a la espera de ser explosionado por los artificieros. A pesar de todas estas medidas preventivas, desgraciadamente, ha sufrido ataques terroristas. En los lugares donde esto ha ocurrido pueden verse monumentos sencillos en memoria de las víctimas.

Algunas estaciones de metro se encuentran en la superficie o encima de un puente sobre el río y son exteriores aunque la mayoría son subterráneas y se encuentran a gran profundidad. La más profunda es «Park Pobedi» (Parque de la Victoria) que cuenta con una profundidad de 72 m. Sus escaleras mecánicas son las más largas de toda la red. En un sólo tramo de 126,8 m, salva una altura de 63,4 m. No crean que suben despacio, el viaje hacia la calle dura 180 segundos. El efecto óptico que se produce al ver a los viajeros de la escalera paralela es al menos peculiar, en lugar de ir de pie parecen ir recostados sobre la escalera.

No es demasiado difícil moverse por el metro sin conocer el idioma. En la taquillas normalmente se puede hablar en inglés. Para el mundial de futbol en 2018, el metro se preparó para acoger a pasajeros turistas. En las estaciones hay planos del metro escritos con letra latinas. Y por el sistema de megafonía del interior de los vagones se anuncia la siguiente estación primero en ruso y luego en inglés. Si eso no es suficiente siempre se puede llevar la cuenta de las estaciones. Un consejo para orientarse con la megafonía; si la voz que se escucha es de mujer nos indica que nos estamos alejando del centro de la ciudad y en la línea circular que estamos haciendo el recorrido de manera contraria a las agujas del reloj. Si la voz es de hombre nos acercamos al centro o giramos en dirección de la agujas del reloj. Sobre las puertas, en el interior de los vagones, hay paneles luminosos con diagramas de la línea, salvo en los vagones antiguos.
Diariamente por el metro de Moscú circulan unos 6000 vagones. No todos son iguales, conviven 5 generaciones de modelos con edades distintas. Casi todos ellos conservan la misma disposición en el interior. En el último modelo esto no ha sido así por lo que han recibido muchas críticas por parte de los usuarios. Acostumbrados a ocupar los mismos espacios y a utilizar las barras de manera instintiva al sentir el movimiento del tren mientras están de pie concentrados en la lectura…. También pueden verse trenes de apariencia «retro» o con decoraciones especiales en conmemoración de un hecho histórico, alguna festividad o dedicados a un colectivo profesional. La manera favorita de los moscovitas de aprovechar el tiempo durante el viaje ha sido siempre la lectura. Era habitual ver a todos los pasajeros del vagón con un libro en las manos. En los últimos años el libro clásico ha sido sustituido por el electrónico o por el teléfono móvil. Los vagones modernos cuentan con enchufes para recargar estos artilugios.
Las escaleras mecánicas que parten de la sala central normalmente llevan a la calle. Para hacer trasbordo es bueno mirar al suelo y buscar las baldosas en las que están indicadas las líneas a las que se puede llegar. Esto es mejor que buscar letreros indicativos para leer. A diferencia del metro de Madrid, en los trasbordos hay que pasar por los andenes de otras estaciones y prestar atención al cambio de nombre de la estación por el hecho de estar en otra línea.
Para los moscovitas las líneas se nombran por su color, no pregunten el numero de línea porque seguramente el interrogado tendrá que mirar el plano con ustedes. O buscar en su telefono móvil la valiosa aplicación Yandex metro en la que se indica el recorrido y el tiempo. (En ruso y en inglés). El funcionamiento de la red móvil y wifi varía dependiendo de la compañía con la que se tiene contratado el servicio. En algunas estaciones y vagones hay wifi libre, en otras no.
Las entradas del metro están normalmente en edificios singulares o forman parte de otros edificios. También se puede acceder a ellas desde algunos de los pasos subterráneos que existen para cruzar las calles. Subterráneos que pueden tener 10 ó 12 salidas y en ellos encontrar todo tipo de tiendas. Para los amantes de la geología, en el metro podemos ver gran variedad de granitos y mármoles en pavimentos y paredes originarios de diversos puntos del país. Muchos de ellos fueron elegidos por contener restos fósiles.
No se puede estar en Moscú y no visitar su metro. Orgullo de los moscovitas por su eficacia y belleza. Símbolo de tiempos pasados de los que ni puede ni debe evadirse. De nuevo, el mismo concepto en el que las artes se unen y ponen su trabajo a disposición de las necesidades de los ciudadanos con el fin de que nadie olvide quienes son y de donde vienen. El metro de Moscú es mucho más que un sistema eficaz de transporte. Es un museo subterráneo que merece ser visitado por el simple placer de admirar su belleza. Mi consejo acudir a todos los lugares sin prisa para poder ver las estaciones con calma. Decoradas de manera temática e independiente, cada una a su estilo, con esculturas, pinturas, mosaicos…. Un aula abierta que nos muestra la historia, la literatura, la ciencia o la geografía del país.
Has escrito fenomenal, la verdad es que no existe ningun otro metro tan majestuoso y a la vez tan comodo en plan de utilizarlo como en Moscu. Es una verdadera causa para ser orgullosa por mi país.Un abrazo.
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